El réferi cuenta nueve, de Diego Cañedo (Guillermo Zarraga Argüelles, 1892-1978), presenta un mundo en el que las potencias del eje ganan la Segunda guerra mundial e invaden México. Un régimen de ocupación se establece y extiende durante algunos años, hasta que los gobernantes nazis son expulsados del país gracias a una estrategia de sabotaje y guerrilla. Este triunfo da lugar a una refundación del Estado mexicano donde los ideales de la Revolución, que habían sido traicionados por las élites gobernantes y sus burocracias parasitarias, pueden al fin realizarse. Se consolida entonces un nuevo gobierno caracterizado por el bienestar económico generalizado, la disolución de la burocracia y una relación equilibrada con Estados Unidos.
Diego Cañedo fue el seudónimo utilizado por Guillermo Zarraga Argüelles (1892-1978), quien después de completar sus estudios como arquitecto, ocupó varios cargos públicos en las décadas de los 30, 40 y 50. Se le atribuyen alrededor de 20 obras, incluyendo novelas, relatos breves y un ensayo. Ni el propio texto ni las pocas reseñas y estudios críticos que hemos localizado parecen revelar por qué el autor escogió el título El réferi cuenta nueve.
En su reseña de esta novela, Alfonso Reyes señala la coexistencia de dos narraciones: "La costumbrista, bastante lograda aunque de escaso alcance por la naturaleza misma del género, y cuyos aspectos pudieron abreviarse un tanto, y la política, de mucha mayor trascendencia, en que se revisan y exponen con rara sinceridad y honradez las vicisitudes de la vida pública mexicana, en el pasado inmediato, en el presente y hasta en un porvenir utópicamente forjado mediante la invención literaria."(338). Como lo señala Reyes, la dimensión costumbrista ocupa una buena parte del relato. Decenas de páginas narran con nostalgia la vida cotidiana de un San Miguel de Allende profundamente católico y reproducen con detalle charlas de sobremesa, así como sermones de padres preocupados. La novela, sin embargo, no sólo plantea el retrato del nazismo en México sino también la aparición esporádica de algunos elementos futuristas: carros voladores con hélices o molinos mecánicos gigantes de cuyas aspas salen disparados decenas de soldados nazis.
Podría afirmarse que la novela de Cañedo se anticipó a obras como El hombre en el Castillo (1962), de Philip K. Dick, que imaginaron también un mundo dominado por el nazismo. Los relatos como el de Dick que responden a la pregunta “¿qué hubiera pasado si…?” se conocen como ucronías. Muchas veces las ucronías parten de un suceso histórico y juegan a cambiar su desenlace. Sin embargo, a diferencia de El hombre en el Castillo que se escribió años después de la Segunda guerra, El réferi cuenta nueve fue publicado en 1943 cuando aún se desconocía quiénes serían los ganadores. Es decir que, si bien visto desde el presente el relato es ucrónico, al momento de su publicación se trataba de una narración futurista. Muy posiblemente fue también el llamado de atención de un autor preocupado por la presencia de sectores de la sociedad mexicana que simpatizaban con el nazismo y lo percibían como una alternativa frente al imperialismo yanqui.
El pasaje seleccionado narra el ingreso de las tropas nazis a la Ciudad de México. Los ejércitos de Alemania y Japón, aprovechando el apoyo de las células profascistas que han cultivado en América, emprenden una ocupación que inicia en las costas de Brasil y se extiende hacia el norte.