Eugenia

Eduardo Urzaiz Rodríguez

1919


Fórceps para una cesárea eugenésica

Como el título deja entrever, Eugenia. Esbozo novelesco de costumbres futuras, de Eduardo Urzaiz (1876-1955), imagina un mundo futuro organizado bajo los preceptos de la eugenesia; un conjunto de teorías para el supuesto mejoramiento de la especie humana, a través de modalidades de intervención bio-médica reguladas por el estado. La eugenesia fue popular en los círculos médicos del México postrevolucionario. Eduardo Urzaiz estudió medicina, introdujo en México la técnica de la cesárea y se especializó en psiquiatría. Fue, durante casi tres décadas, el director del asilo Ayala, un hospital psiquiátrico inaugurado por Porfirio Díaz en 1906 y considerado como uno de los más innovadores del país. Urzaiz era una voz activa en los debates de la época sobre contracepción y derechos políticos de las mujeres, así como defensor de la educación pública mixta. Aunque se le conocen varios ensayos sobre temas de antropología, medicina, arte e historia, Eugenia es su única obra de ficción.

La novela se desarrolla durante el siglo veintitrés en la ciudad de Villautopia, capital de la Subconfederación de América Central. El relato se centra en los personajes de Celiana y Ernesto que han sido amantes por muchos años y forman, junto con otros tres personajes, un "grupo familiar" (en Villautopia no existe el matrimonio y la familia es un grupo de personas a quienes uno elige por afinidad). Celiana es una académica reconocida que, como muchas otras niñas, fue esterilizada antes de alcanzar la pubertad por considerarse que sus tendencias hacia la vida intelectual la hacían poco apta para la reproducción. El conflicto de la novela se desencadena cuando Ernesto, que se distingue por su supuesta belleza y salud, recibe un nombramiento como reproductor oficial del estado. El relato sigue a Ernesto mientras descubre cómo se gestiona la reproducción en Villautopía y se cuestiona sobre el futuro de su relación con Celiana, ahora que estará llamado a tener relaciones sexuales con otras mujeres.

Algunos de los estudios críticos que existen sobre la novela describen a Eugenía como una distopía (véase por ejemplo Dziubinskyj, 2007; Peniche, 2006). En efecto, el desenlace del relato muestra como los personajes, a pesar de vivir en esta sociedad que promueve el amor libre, se sorprenden a sí mismos dominados por sus apegos. La novela incluye, sin embargo, numerosos pasajes donde se describe sin ironía una sociedad próspera, donde la riqueza heredada se ha abolido, el estado administra equitativamente los bienes y las mujeres están liberadas del trabajo de la maternidad y las tareas domésticas. Cabe leer la novela con la siguiente pregunta en mente, ¿es esto una distopía o una utopía? O aún mejor, ¿es necesario escoger entre ambas? Ursula K. Le Guin título a una de sus mejores novelas Los desposeídos. Una utopía ambigua. Quizá Eugenia pueda leerse en esta clave, en la que un relato futurista puede darse a la tarea de mostrar matices, ambigüedades y dejar que el lector saque sus propias conclusiones.

Eugenia forma parte de una larga tradición literaria que especula con temas como el matrimonio regulado o la reproducción selectiva y gestionada por el estado, la cual es tan vieja como La república de Platón. Según Dziubinskyj, muchos de los relatos eugenésicos comparten rasgos como: “la desaparición del estado nación para dar lugar a una forma de gobierno de tipo confederado (…), una actitud de adoración hacia las mujeres, una tecnociencia altamente avanzada y una denigración de las poblaciones no caucásicas” (afroamericanos, indígenas, etc.) (464). En el fragmento que presentamos es posible ubicar estas características. En él, el Dr. Remigio Pérez Serrato describe a Ernesto y a dos médicos africanos visitantes el funcionamiento del buró de Eugenética de Villautopia.

Bibliografía